
Los admiradores tenían que registrarse de forma gratuita en la página web del foro Staples Center entre las 10 de la mañana del viernes y las 6 de la tarde del sábado para participar en el sorteo de apenas 8.750 nombres.
Cada persona seleccionada recibirá dos boletos y sería notificada por correo electrónico después de las 11 de la mañana locales del domingo. Mediante los boletos sólo se admitirán 11.000 personas para la ceremonia del martes en el Staples Center, en el centro de Los Angeles, además de 6.500 más en el aledaño teatro Nokia.
Antes del sorteo, las autoridades de la firma AEG, dueña y operadora del Staples Center, analizará las solicitudes para eliminar duplicaciones y cualquiera que se sospeche que haya sido elaborada mediante sistemas automatizados, indicó en una declaración el vocero de la familia Jackson Ken Sunshine.
Los ganadores recibirán un código único e instrucciones sobre cómo recoger sus boletos el lunes en un centro de distribución. Cuando recojan sus boletos, se les colocará una pulsera en la muñeca.
Los asistentes deben tener tanto el boleto como la pulsera para poder entrar al Staples Center el martes. Cualquier pulsera rasgada, pegada o manipulada será anulada.
Sunshine precisó que se tomaron esos pasos para prevenir la reventa de boletos.
Las autoridades de la ciudad se preparaban para concentraciones masivas. La concejal Jan Perry instó a la gente a que se quede en casa y vea la ceremonia por televisión. La ceremonia no se presentará en la pantalla gigante que se ubica frente al Staples Center, ni está previsto que el cortejo fúnebre desfile por la ciudad.
No se dieron detalles sobre los actos que se realizarán en memoria de Jackson, cuya muerte ocurrió mientras la segunda ciudad más grande del país padece un déficit presupuestario de 530 millones de dólares.
El martes a las 10 de la mañana, hora local de Los Ángeles, el mundo fijará su mirada en el funeral de Michael Jackson, un evento que podría situarse entre los más vistos de la historia de la televisión.
"Esto va a ser obviamente un gran acontecimiento para los medios, y con las emisiones del funeral por Internet, podría ser imposible determinar cuánta gente lo vio una vez termine, porque aún no existe una manera exacta de medir la audiencia por internet", señaló Toni Fitzgerald, de la revista especializada Media Life.
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